domingo, 29 de marzo de 2009

Historias de la creación del mundo

En el principio el Sol y todos los planetas estaban fijos en la bóveda celeste. Ninguno se movía.
Pero el Señor creó la tierra, y puso en ella árboles y plantas.
Flores puso también. Entre ellas el girasol.
Sucedió, sin embargo, que el girasol no giraba. No podía hacerlo, porque el Sol estaba fijo. La flor se entristecía y marchitaba, porque no se podía mover.
Entonces, el Señor, compadecido, hizo que el Sol empezara a dar vueltas, para que el girasol girara y no estuviera triste ya.
Eso explica el curso del Sol alrededor de su órbita, y explica también el movimiento de los demás planetas y astros.
Todo eso no lo explica Copérnico, ni lo explica tampoco Galileo.
Todo eso lo explica el girasol.

¡Hasta mañana!...

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