sábado, 21 de marzo de 2009

Aquel hombre empezó a contar los pasos que daba

Aquel hombre empezó a contar los pasos que daba:
-Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
No iba a ninguna parte sin contar sus pasos:
-Mil uno, mil dos, mil tres, mil cuatro, mil cinco, mil seis...
Siempre que caminaba iba contando:
-Un millón uno, un millón dos, un millón tres, un millón cuatro, un millón cinco, un millón seis...
Jamás dejó de contar sus pasos:
-Un billón uno, un billón dos, un billón tres, un billón cuatro, un billón cinco, un billón seis...
El día que le llegó la muerte aquel hombre sabía exactamente cuántos pasos había dado. Pero su cuenta estaba equivocada. Y es que no contó el último paso: el de la muerte. Sólo cuando damos ese paso sabemos —y saben los demás— si fue bueno nuestro paso por la vida.

¡Hasta mañana!...

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