sábado, 21 de marzo de 2009

Breviario de brevedades

Presente lo tengo Yo

El aforismo es una frase breve. Pero si digo: “El aforismo es una frase breve”, eso no es un aforismo, aunque sea una frase breve. El aforismo ha de ser sentencioso, es decir, proponer algo que se juzga verdad para la vida, o para la práctica de una ciencia o un arte.

Escribir aforismos no es chiche de gallina, baba de perico, tortas y pan pintado o enchílame otra. Quiero decir que no es cosa fácil. Don Benito Juárez, con todo y ser tan inteligente, no pudo nunca hacer un aforismo, y eso que tenía una memoria privilegiada (Por eso hay tantas estatuas en cuyo pedestal se lee: “A la memoria de don Benito Juárez”). Pero el Benemérito no hacía aforismos. Su celebrado apotegma: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, no es de él, sino de Benjamin Constant. Ningún dato muestra que el Benemérito le haya pagado regalías al escritor francés por el uso de tan bonita frase. Si Juárez no hubiera muerto todavía no pagaría.

El aforismo es un género muy poco cultivado. La brevedad, que en ciertos campos anatómicos es motivo de vergüenza, en literatura es cosa que se presume. “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, predicó Gracián. Acabo de recibir un libro —que agradezco mucho— con una selección de aforismos hecha por Irma Munguía y Gilda Rocha.

He aquí algunos de esos aforismos, cada cual una pequeña verdad, una pequeña sonrisa, un pequeño poema... o una pequeña desazón:

- El historiador, si no es poeta, miente hasta cuando dice la verdad; pero si es poeta dice la verdad aunque mienta. (José Bergamín).

- Quien habla en nombre de los otros es siempre un impostor. (E. M. Cioran).

- Las nubes son los sueños de las montañas. (M. Sotomayor).

- El ministro religioso deposita su maldición sobre los mejores goces. (William Blake).

- En arte, un mal adulterio es mejor que un buen matrimonio. (Jaime Torres Bodet).

- Nada se edifica sobre la piedra; todo se edifica sobre la arena. Pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena. (Jorge Luis Borges).

- No recordamos los días: recordamos los instantes. (C. Pavese).

- ¿Qué puede la razón contra un error que te hace feliz? (Honorato de Balzac).

- Entre los árboles, junto al lago, la casa. De la chimenea sale un hilo de humo. Si no saliera ¡qué desolación serían la casa, los árboles y el lago! (Bertold Brecht. Este aforismo me hizo recordar una bellísima acuarela que me regaló ese gran artista que es Alfonso Gómez Lara).

- El arte es para limpiarnos los ojos. (K. Krauz).

Excelente libro éste, de aforismos. Con una linda añadidura: el nombre de quien diseñó la portada. Se llama Rayo de Lourdes.

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