miércoles, 13 de febrero de 2013

Un hombre extraordinario

Mi amigo está muy triste: perdió el respeto de su nieta. Sucede que la niña le preguntó cuál canción de Justin Bieber le gusta más, y mi amigo no pudo mencionar el nombre de ninguna.

Afortunadamente yo he sabido conservar el respeto de mis pequeños nietos. Lo tengo porque soy capaz de equilibrar verticalmente una escoba apoyando el extremo del mango en mi mentón. Esa circense habilidad los maravilla, y me hace aparecer a sus ojos como un hombre extraordinario. Doy gracias al Señor por tan inmenso don, que me concedió sin merecerlo yo.

Espero, sin embargo, que ninguno de mis nietos me pregunte cuál de las canciones de alguno de sus ídolos es mi preferida. Me temo que en ese caso la escoba de nada me servirá.

¡Hasta mañana!...

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