El Señor hizo al mono.
Quiero decir al mico. Al simio. Al chango. Al primate. Al cuadrumano. Al antropoide. Al chimpancé.
De sus manos, de pronto, salió el hombre.
Le preguntó el Espíritu al Creador.
—¿Qué es eso?
—No sé —respondió desconcertado el Padre—. Iba a hacer otra especie de mono, pero creo que esta vez soplé demasiado fuerte.
¡Hasta mañana!...
No hay comentarios:
Publicar un comentario