sábado, 21 de febrero de 2009

El canto de la tórtola

Canta una tórtola a lo lejos. Su canto es triste, tan triste que la mañana tiene melancolías de bruma.
 
¿Por qué es doliente el canto de la tórtola?
 
Parece queja de enamorada sin amor. El sol se ha ido para no escucharla. Yo desperté con alegría en el alma, porque el sueño me trajo sueños de cosas idas que jamás se van; pero la voz desconsolada de la tórtola puso aflicción en mí, y ahora ando perdido en los vacíos aposentos de la tristeza.
 
Y sin embargo no quiero que calle esta ave congojosa. Cada quién su tristeza, digo yo. Escucharé su cuitada melodía como quien oye un nocturno de Chopin, y añadiré a su partitura una pequeña nota en mí menor. Mañana será otro día. Cantará otra ave más alegre. A oírla vendrá el sol, y la elegía de la tórtola será un recuerdo que me traerá recuerdos de cosas idas que jamás se van.

¡Hasta mañana!...

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