lunes, 21 de enero de 2013

¿Verá Diosito el Super Bowl?

Presente lo tengo Yo
 
Inquietante pregunta
 
¿Verá Diosito el Super Bowl? Y si lo ve ¿a quién le irá?
 
Esas preguntas no son tan ociosas, tomando en cuenta lo que muchos dirán en los días previos al gran juego:
 
-Dios quiera que ganen éstos.
 
-Pídele a Diosito que ganen aquéllos.
 
El año pasado un aficionado con ideas sociales respondió cuando una reportera le preguntó si había rezado para que ganara su equipo:
 
“La idea de un Dios que interviene en los resultados del futbol es aberrante. Él tiene cosas más importantes en qué pensar. La noche del Super Bowl más de 20 millones de norteamericanos se fueron a dormir con hambre”.
 
(Ahora la pregunta sería ésta: si Diosito piensa en esos pobres ¿por qué no les mandó de perdido una hamburguesa o un hot-dog? Misterio teológico es ése, tan profundo que no lo quiero ni pensar).
 
Yogui Berra, el legendario catcher de los Yanquis, no era muy partidario de que en el curso del juego los peloteros hicieran manifestaciones relacionadas con la religión. Cuando un jugador latino dibujó con el bate una cruz junto al home plate antes de batear, Yogui borró ese signo con la mascota —así se llama el guante de los catchers— y luego le dijo al pelotero:
 
-Deja que Diosito se limite a ver el juego.
 
Tom Lasorda creyó siempre que Fernando Valenzuela alzaba los ojos al cielo en el momento de pichar a fin de poner en manos del Señor la eficacia de su lanzamiento. La verdad es que levantar la mirada así era un simple hábito de “El Toro”. Parecida costumbre tenía Hideo Nomo, pitcher japonés, también de los Dodgers, sólo que él volteaba hacia el center fielder en el momento del wind up. Más trabajoso todavía. Lasorda comentaba:
 
-Siempre he tenido suerte con los pitchers que miran hacia otro lado antes de hacer el lanzamiento.
 
¿Suerte? Quizás. ¿Intervención divina? No. A menos —en el caso del japonés— que Diosito esté en el center fielder.
 
Tiger Woods, todavía el mejor golfista del mundo, es hombre de religión. Cuando le preguntan acerca de su origen racial suele responder:
 
-Soy cablinasian, a Dios gracias.
 
Ese vocablo, “cablinasian”, está formado con las palabras inglesas “Caucasian”, “Black”, “Indian” y “Asian”. Woods quiere significar que entre sus ancestros los hay de raza blanca, negra, roja y amarilla. Ciertamente un espectro cromático tan newtoniano es para agradecerse.
 
“Dios no cree en nuestro Dios”, escribió Jules Renard, uno de mis autores favoritos. Debe ser cierto: nuestro Dios se parece demasiado al hombre. (Quizás la culpa la tuvo Miguel Ángel). Por eso no creo que el Señor verá el Super Bowl, y menos si los artistas del medio tiempo no son buenos. Claro, como dijo el padre Ripalda, Dios está en el cielo, en la tierra y en todo lugar. También, entonces, estará en las tribunas del estadio, pero en su rigurosa calidad de espíritu omnipresente, no de interesado espectador, ni menos aún para inclinar el juego en favor de uno de los dos equipos.
 
Lo importante no es preguntarnos si Dios está de nuestro lado, sino preguntarnos si nosotros estamos del lado de Dios. En el caso concreto del próximo Super Bowl hay que dar a Dios lo que es de Dios, y a la NFL lo que es de la NFL.

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