Estoy en medio de la niebla.
¿De dónde a mí esa bruma, y por qué me hallo en ella sin hallarme?
Veo un espectro frente a mí, y no sé si es la niebla o si soy yo.
Dicen que la niebla está hecha de nubes. No lo creo: las nubes son hermosas porque son pasajeras, y esta niebla parece que nunca se irá ya. Se unta a mí como una sierpe fría y silenciosa.
Me pregunto si así será la muerte. Sé que así es la soledad.
Me abro el pecho para que se me salga esta neblina gris. No se va, sin embargo. Y voy ahora pecho a niebla, y no sé a dónde voy.
¡Hasta mañana!...
¡Hasta mañana!...
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