viernes, 25 de enero de 2013

Un revés grave a la justicia

De politica y cosas peores

El asistente del diputado le dijo: “Tengo en el teléfono a una mujer que pregunta qué va a hacer usted en relación con la cuestión del aborto”. “Er, ejem —respondió todo nervioso el legislador—. Dile que mañana mismo le enviaré un cheque”…

Una mujer llegó al Cielo y preguntó por su marido. “¿Cómo se llama él?” –inquirió San Pedro. Contestó la recién llegada: “Su nombre es John Smith”. Le dijo el apóstol de las llaves: “Hay aquí miles de hombres que se llaman John Smith”. “El mío —precisó la mujer— me dijo poco antes de morir que se daría una vuelta en el más allá por cada vez que yo lo hubiera engañado”. “¡Ah, ya sé! —exclama San Pedro—. ¡El que tú buscas es John ‘El Trompo’ Smith!”…

Dos señoras entablaron conversación en una banca del centro comercial. Dijo una: “Soy viuda” –. “En cambio yo —replicó la otra— estoy felizmente casada. Mi marido es un hombre modelo. Todo el tiempo permanece en casa. Jamás va al cine o a un restorán, y no permite que tengamos tele. Se la pasa cantando himnos religiosos y recitando piadosas oraciones. Sale únicamente para ir a la iglesia, y cuando regresa me repite el sermón que dijo el ministro y me imparte enseñanzas de piedad muy edificantes. Es un santo”. Comenta la primera: “Mi esposo era exactamente igual. ¿Por qué crees que lo asesiné?”…

El Padre Arsilio salió a caminar por las afueras del pueblo, y vio algo que lo llenó de alarma: uno de sus feligreses había atado una cuerda a la rama de un árbol y se iba a ahorcar. “¡No hagas eso, hijo!—acudió a la carrera—. ¿Por qué quieres privarte de la vida?”. Respondió el infeliz: “Hace un año mi esposa me abandonó para irse con otro hombre”. “¡Pero eso fue hace un año! —replicó el buen sacerdote—. ¿Y ahora quieres quitarte la existencia?”.  “Sí –dice el sujeto-. Ayer me llamó para decirme que va a regresar”…

“Iustitia est constans et perpetua voluntas suum cuique tribuere”. “La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien lo suyo”. Así enunciada la clásica definición romana hace referencia a un valor abstracto: la justicia, por cuyo efecto cada uno recibe lo que debe recibir conforme a sus acciones. En esos términos el apotegma tiene un contenido filosófico, de axiología, de ética. El problema viene cuando se le añade la palabra: ius. Entonces queda así: “Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi”. La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien su derecho. O sea lo que la ley dice que es suyo. Ley y justicia se vuelven entonces cosas diferentes, y ésta no es necesariamente la expresión de aquella. Conforme a la justicia, por ejemplo, la esclavitud era algo abominable. En relación con el derecho positivo era legal.

Tal es, pienso, el fondo de la cuestión que los ministros de la Corte hubieron de considerar en el caso de Florence Cassez. Al darle la libertad le dieron lo que en estricto derecho le correspondía. Su proceso estuvo viciado ab initio, desde el principio, y el reconocimiento de esos vicios, con la correspondiente aplicación de la ley, trajo consigo la libertad de la mujer.

Los ministros estaban obligados a cumplir la norma; no podían ejercitar criterios abstractos de justicia, pues eso habría atentado contra la seguridad jurídica. Ignoro si la Cassez es culpable o no. Sí sé que anduvo en concilio de malos. Resulta difícil de creer que no haya conocido la naturaleza de las actividades de aquellos con quienes tenía trato tan cercano.

Numerosas evidencias  apuntan hacia su culpabilidad. Sin embargo los torpes manejos de la Procuraduría, y los vicios de procedimiento en que incurrieron quienes conocieron el caso, dieron base para que la mujer haya quedado en libertad. Conforme a derecho ya no podrá determinarse si fue culpable o no. Agradezca el priísta Peña Nieto al panista García Luna su recién estrenado buen cartel en Francia; ríase esa mujer de la justicia mexicana, y junto con sus paisanos y con el gobierno de su país considere a México una república bananera donde el orden jurídico se tuerce y retuerce según la conveniencia del momento.

Se cumplió la ley, aunque quizá la justicia haya sufrido un revés grave. Pregunto ahora si los miembros de la banda de secuestradores Los Zodíaco, mexicanos que junto con la francesa resintieron igualmente las fallas de procedimiento derivados de la necia actuación de García Luna, serán puestos también en libertad. Si hago esa pregunta ¿ofenderé a la Corte? ¿Atentaré contra las buenas relaciones entre Francia y México? Mejor no pregunto nada…

FIN.

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