Vi ayer en la televisión americana una vieja película de guerra. Se
llama “They were expendable”, y es con John Wayne, actor que hizo muchas
películas de guerra, aunque se negó a ir a la guerra.
En una de las escenas se alcanza a ver un navío llamado Lucien P: Libby. Tal fue el nombre de un maestro que el director del film, John Ford, tuvo de niño. El profesor Libby enseñó a su pequeño alumno la importancia de la lectura; lo animó a escribir cuentos de fantasía y le despertó la imaginación con relatos de humor y de misterio. El cineasta le rindió homenaje en su película imponiendo su nombre a ese barco.
Ya se ve que a John Ford la vida le enseñó cosas importantes. Le enseñó, por ejemplo, a ser agradecido. Eso no se aprende en ninguna escuela.
¡Hasta mañana!...
En una de las escenas se alcanza a ver un navío llamado Lucien P: Libby. Tal fue el nombre de un maestro que el director del film, John Ford, tuvo de niño. El profesor Libby enseñó a su pequeño alumno la importancia de la lectura; lo animó a escribir cuentos de fantasía y le despertó la imaginación con relatos de humor y de misterio. El cineasta le rindió homenaje en su película imponiendo su nombre a ese barco.
Ya se ve que a John Ford la vida le enseñó cosas importantes. Le enseñó, por ejemplo, a ser agradecido. Eso no se aprende en ninguna escuela.
¡Hasta mañana!...
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